Tess Christian, una mujer de 50 años, lleva casi 40 años sin sonreír
para evitar arrugas en su rostro. Incluso, no sonrió en el nacimiento de
su hija ya que quiere mantener un “look juvenil”.
Esta nueva y
gratuita modalidad para evitar el envejecimiento en el rostro, está
comenzando a ganar gran popularidad incluso entre las famosas.
Es
el caso de la socialité, Kim Kardashian, quien a sus 34 años, admite
que trata de no reír o sonreír ya que cree que podría provocarle
arrugas. Algunas mujeres, también evitan fruncir el ceño.
Tess, ha declarado que su técnica es más natural que el botox y más efectiva que cualquier crema de belleza.
La
mujer, que trabaja como instructora de cocina para una compañía de
productos vegetales y vive en Londres, Inglaterra, asegura que a pesar
de no sonreír, ama la vida y se siente feliz, sólo que no siente la
necesidad de demostrarlo con su rostro.
El origen de su práctica,
se remonta a su niñez, cuando estudiaba en un colegio católico con
monjas muy estrictas, quienes le ordenaban no sonreír, por lo que
aprendió a controlar sus músculos faciales para mantenerlos rígidos.
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